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«Continuamos…”:

Pintado por un Comité local de Defensa de la Revolución, este cartel propagandístico se hace eco de docenas desplegadas por los paisajes públicos de Cuba. Se niega a admitir la oposición e insiste en que todos los cubanos están de acuerdo: «Continuamos defendiendo la Revolución». En los primeros años de la Revolución, la revisión radical por parte del Estado de las leyes de propiedad y la redistribución de la riqueza confiscada a los cubanos que huían del régimen comunista inspiraron seguramente el apoyo masivo de muchos sectores. Sin embargo, con la eliminación por parte del gobierno de la prensa libre, los sindicatos independientes, las instituciones educativas autónomas y el derecho a la protesta, la unanimidad pronto superó a la unidad como objetivo político de los líderes. Mensajes como éste ayudaron a esa campaña porque declaraban que ya todo el mundo estaba de acuerdo y no había oposición; implicaban que cualquiera que se atreviera a disentir se encontrara completamente solo. Aunque los extranjeros a menudo dudan de si algún cubano sigue apoyando al régimen o creyendo en «La Revolución», la renovación de este tipo de carteles bajo Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel sigue enviando un mensaje relacionado: la intolerancia total de la disidencia pública o organizada. Malecón, la Habana, noviembre 2011.