En los primeros años después de que Raúl Castro asumiera el poder de forma permanente de manos de su hermano Fidel (2009), el espíritu emprendedor en Cuba floreció como nunca antes y de forma incontrolada por el Estado. Una vez más, como en la época colonial o antes de 1959, los vendedores con habilidades para vender deambulaban por las calles, dando a conocer sus oficios con la esperanza de ser contratados para arreglar un ventilador roto, una lavadora de fabricación rusa o incluso un teléfono (fijo). Para nuestra sorpresa, lo mismo ocurría en los lugares más turísticos de Cuba. Aquí la estudiante de doctorado de la UF Lexi Baldacci y mi intrépido chófer, guía y primo Orly no pudieron resistirse a las llamadas de un caricaturista en la Plaza de Armas de La Habana Vieja para que les dibujara su imagen. La Habana Vieja, octubre de 2011.
![](https://cubanstudies.history.ufl.edu/wp-content/uploads/sites/173/1.Caricatures-for-Sale.jpg)