University of Florida Homepage

El cementerio judío de Guanabacoa da testimonio

Entre 2016 y 2018, la decana Judith Russell y yo colaboramos con la doctora Adela Dworkin, presidenta de la Sinagoga El Patronato y Centro de Vida Judía de La Habana, para preservar, digitalizar y hacer públicas las decenas de miles de piezas únicas de la biblioteca del Patronato. Entre las joyas figuraba un semanario, originalmente en yiddish, sobre la vida y las noticias de los judíos cubanos que abarcaba desde los años cuarenta hasta principios de los sesenta (cerró cuando el comunismo acabó con la prensa independiente). En una de nuestras muchas visitas, el Dr. Dworkin nos llevó a visitar el cementerio judío más antiguo de Cuba, fundado en 1910, en Guanabacoa. El cementerio, posiblemente el peor terreno disponible en un gesto de desprecio racial, se encuentra en una ladera, lo que hace que las tumbas sean susceptibles de sufrir los peores daños con el paso de los años. Aun así, mientras el Dr. Dworkin y la comunidad judía de Cuba esperan la intervención del gobierno para restaurar las tumbas, muchas muestran signos de graves daños y pérdidas. Sin embargo, la profundidad del amor por la familia y la comunidad, así como el significado del refugio de las familias judías en Cuba durante el apogeo de la persecución en Europa y Rusia, se reflejan claramente en estas tumbas. También llaman la atención los montones de pequeñas piedras, colocadas allí por los visitantes de las tumbas. En las tradiciones judías, éstas tienen muchos significados. Sin embargo, como nos explicó Adela, «colocar una piedra significa que hemos estado aquí. No hemos olvidado. Nunca olvidaremos al individuo ni olvidamos cómo viven en nosotros y a través de nuestras acciones por los demás en el mundo.» (Marzo 2018)