La mayoría de los extranjeros se sorprenderían al ver la poca mercancía disponible en las tiendas del gobierno cubano que venden en moneda nacional, a pesar de las falsas afirmaciones de los dirigentes de dar prioridad a la mercancía más necesitada de los ciudadanos. Esto es tan cierto hoy como en décadas pasadas, cuando la escasez de mercancías en los escaparates y estanterías de los años 1960-1980 competía a veces con gruesas capas de polvo por la atención de los clientes. Tiendas como La Época o el antiguo Woolworths de la calle Galeano -lo que solía ser el centro comercial de La Habana antes de la transformación comunista de la Revolución de 1959- siguen vendiendo sobre todo cachivaches, como un surtido aleatorio de herramientas, pernos o tornillos. Como se ve aquí, las grandes bobinas de tela también siguen siendo artículos comunes, ya que ir a ver a una costurera cubana era a menudo una opción más barata y común que comprar un vestido terminado. Centro Habana, julio de 2016.