Esta identificación, comúnmente llamada carnét en Cuba, perteneció a la madre de Ernesto Chávez. Ella se unió al Comité de Defensa de la Revolución [CDR] de su localidad poco después de que los estrategas del PSP fundaran una red de estas organizaciones bloque a bloque por todo el país en otoño de 1960. En aquel momento, la creación de los CDR —cuya tarea consistía en espiar a los vecinos para vigilar sus actitudes y actividades—se promovió como una respuesta temporal a las bombas terroristas colocadas por antiguos agentes de la dictadura de Batista. Sin embargo, en pocos meses, su papel en el emergente aparato de seguridad del Estado cubano se convirtió en permanente, especialmente después de que se informara ampliamente en Cuba del entrenamiento por parte de la CIA de antiguos partidarios de Batista y de los hijos de exiliados cubanos políticamente moderados para una invasión. La derrota de esa operación en Bahía de Cochinos en abril de 1961 hizo que el reclutamiento aumentara hasta 1968, cuando la afiliación para todos los ciudadanos a su CDR se hizo obligatoria. Con la imagen de un cubano armado con un machete y un escudo, listo para matar o luchar según sea necesario, el anverso del carné también explica el propósito de los CDR en palabras de Fidel Castro: “Ser miembro del Comité de Defensa significa tener espíritu de sacrificio, ser ejemplo para los demás ciudadanos, trabajar, observar a los contrarrevolucionarios; pero, además, hacer una obra de captación, una labor de proselitismo.” Colección Ernesto Chávez, Universidad de Florida.