Fabricado por una empresa privada en Cuba en 1960, este rompecabezas-retrato del Comandante Ernesto “Che” Guevara habla del mercado de propaganda heroica y recuerdos revolucionarios que representaba entonces la confianza de los ciudadanos en la Revolución Cubana. Regalo personal del hijo del legendario fotoperiodista independiente Andrew St. George, el puzzle llegó a mi casa en un estado casi prístino, a pesar de llevar muchos años guardado en el archivo de su familia. Hasta que mi propio hijo lo montó (probablemente por primera vez desde que St. George lo compró en Cuba), su tema era un misterio. Desgraciadamente, descubrimos que no sólo le faltaban dos piezas —un hecho que nos pareció irónicamente simbólico—sino que también venía con una extraña pieza de otro retrato “heroico” de rompecabezas. A sorpresas mías, supe inmediatamente los detalles de la sonrisa de esta pieza extra: era seguramente la de un Fidel Castro hecho rompecabezas. Uno sólo puede preguntarse qué pasó con el resto. Colección personal de Lillian Guerra.