Calificada por Fidel Castro como la mayor zafra azucarera de la historia de Cuba y llevada a cabo por una fuerza nacional de casi medio millón de trabajadores no remunerados (“voluntarios”), la zafra de los Diez Millones de Toneladas de 1970 paralizó el desarrollo económico de Cuba. Aunque produjeron ocho millones de toneladas —un récord histórico, el coste humano que pagaron los trabajadores los desmoralizó durante años. Sin embargo, este sello afirmaba lo contrario: “El pueblo ha librado una gran batalla… El pueblo ha realizado un formidable esfuerzo. …Los frutos de este esfuerzo quedaron como un acontecimiento histórico.” Colección Eduardo “Guayo” Hernández, Bibliotecas Smathers, Universidad de la Florida