Un primer plano de los sellos revela las intensas reivindicaciones de solidaridad de Cuba con los movimientos de liberación anticolonial del mundo en África y Vietnam y la victoria de la Unión Soviética sobre el fascismo en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, persisten las contradicciones. Un sello rinde homenaje a Amílcar Cabral, intelectual marxista que impulsó la independencia de la colonia portuguesa de “Guinea” (actual Guinea Bissau) y abogó por la “re-africanización” del orgullo y la cultura en el continente. Al lado, otro sello celebra irónicamente el «Día del Sello» con una representación de mujeres de la élite azucarera cubana paseando en un carruaje al aire libre conducido por un calesero esclavizado. Los caleseros eran legendarios símbolos de la “grandeza” de sus dueños, cosa reflejado en su vestimento vanaglorioso. Colección Eduardo “Guayo” Hernández, Bibliotecas Smathers, Universidad de la Florida