Ya no se contentan con vender trenzas de ajo o pasta de guayaba y quesos caseros, los guajiros a principios de la década de 2000 se arriesgaron a vender pollos ahumados, patos e incluso aves silvestres por el mismo precio fijo de 5 dólares cada uno. Este pájaro, ahumado sobre hojas de guayaba y vendido colgado de una percha de alambre de los años 50, ¡no llegó a La Habana!