En lo alto de la magnífica torreta art déco de este edificio hay un murciélago, símbolo de la familia Bacardí y de la empresa productora de ron más antigua de Cuba, que ahora tiene su sede en Puerto Rico. Construido a principios de la década de 1930, el rascacielos de doce plantas simbolizó un ápice en el desarrollo arquitectónico de La Habana, así como el ascenso de la familia Bacardí como creadora de una de las marcas más reconocidas de Cuba. Después de que Fidel Castro nacionalizara todas las empresas extranjeras en agosto de 1960 y todas las grandes empresas cubanas en noviembre del mismo año, la familia Bacardí huyó. La política provocó conmoción e indignación, en parte debido a la propia historia de los Barcardí quienes apoyaron a la independencia cubana en el siglo XIX al igual que al movimiento de Fidel Castro en la Sierra Maestra durante la guerra contra la dictadura de Batista en la década de 1950. Irónicamente, desde principios de la década de 1990, el edificio Bacardí ha albergado a los socios comerciales capitalistas que Fidel Castro invitó a colaborar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Partido Comunista para garantizar la supervivencia de su régimen tras el colapso de la ayuda soviética. En la actualidad, el edificio sigue albergando este tipo de empresas. Avenida Bélgica, Habana, Noviembre 2011.