Esta hermosa bestia es una reliquia viviente de la legendaria búsqueda de Fidel Castro por cruzar ganado cubano con vacas indias de Cebú en los años sesenta y setenta. Tras nacionalizar la mayoría de las vacas lecheras y confiscar las granjas medianas que producían leche y queso para el consumo interno, la baja productividad de las granjas estatales obligó al gobierno a garantizar la leche sólo a los ciudadanos menores de siete años ya en 1963. Eso se redujo más tarde a los niños menores de tres años. Sin embargo, Fidel cruzó esta especie exótica con las Holstein cubanas con la promesa de que Cuba pronto produciría “más leche que Holanda y más queso que Francia”. Por supuesto, nada de eso llegó a materializarse. Me encontré con este macho humillado a la categoría de atracción turística en un hotel estatal. La mujer que cabalgaba encima era su cuidadora. Viñales, Pinar del Río, noviembre de 2011.
