University of Florida Homepage

CAFÉ DE COSECHA PROPIA LISTO PARA TOSTAR

A diferencia de la mayoría del café que se consume en Cuba desde la década de 1960, este café es 100% puro porque fue cultivado en casa por campesinos que luego lo tuestan para el trueque y el uso personal. Entonces, si en Cuba hay un gran café de cosecha propia, ¿por qué es tan malo el café que hoy consume la mayoría de la gente en la isla? La respuesta a esta pregunta es importante. La eliminación del otrora excelente café cubano de la dieta local y de la paleta cultural refleja la historia del control gubernamental sobre la agricultura, las exportaciones y el mercado. Al igual que el café de Jamaica, Haití o Puerto Rico, el café cubano cultivado a la sombra, desarrollado originalmente para el consumo local en el periodo colonial, es extremadamente bajo en acidez y alto en complejidad. Cultivado principalmente por pequeños y medianos propietarios antes de 1959 para el mercado interno, el café desapareció cada vez más en la era comunista después de 1960 por tres razones. En primer lugar, los campesinos se rebelaron en regiones cafeteras clave como El Escambray en protesta por los controles estatales sobre la producción y la confiscación de tierras. Desacreditados como «bandidos», fueron violentamente reprimidos (1961-1966). En segundo lugar, Fidel Castro intentó sustituir a los campesinos productores locales por voluntarios que plantaban una especie de variedad sin sombra. El experimento dio resultados desastrosos. Tercero, el café cubano de primera calidad (cultivado sobre todo en el este) se destinaba y se sigue destinando a la exportación, no al consumo local. El «café de la bodega», o el café que los ciudadanos reciben a través de la ración, ha sido adulterado con guisantes partidos amarillos tostados (conocidos como chícharo o dahl) en proporciones variables desde la década de 1980. Amargo, con sabor a quemado y muy ácido, este «café» del gobierno provoca gastritis a muchos y ha hecho que muchos cubanos se opongan a la idea de que lo que conocen como «café» sepa bien. Puerta de Golpe, Pinar del Río, febrero de 1997.