En Cuba, un «bulevar» es una calle ancha de tiendas abierta solo al tráfico peatonal, nada de carros. En 2016, cuando tomé esta foto, el bullicioso y relativamente limpio Bulevar San Rafael, que se extiende desde la calle Galeano hasta El Prado y el Parque Central de La Habana, contrastaba fuertemente con épocas anteriores. Desde la década de 1990 hasta principios de la década de 2000, las sucias fachadas de las tiendas de estilo soviético y la basura dominaban este paisaje comercial antaño pintoresco. Sin embargo, hacia 2014, cuando el Presidente Obama abrió las relaciones diplomáticas y relajó las normas que prohibían la inversión individual estadounidense en el sector empresarial cubano, las cosas cambiaron. Los pequeños negocios y una economía de ocio abierta a los cubanos de a pie (no solo a los turistas extranjeros) cobraron nueva vida. Deseosa de experimentar por sí misma lo que muchos pensaban que era una era permanente de cambio para Cuba, la graduada de la UF Génesis Lara, ahora académica y profesora de historia del Caribe, visitó Cuba. Para su deleite, llevó a mi hijo Elías en paseos bulevar diarios. La Habana, junio de 2016.
