El 9 de abril de 1948, el asesinato del candidato presidencial y congresista del Partido Liberal Jorge Eliécer Gaitán provocó una revuelta incendiaria en el centro de Bogotá. La represión militar y policial combinada con las violentas protestas dejaron más de tres mil muertos. Eduardo “Guayo” Hernández, reportero gráfico que tenía previsto cubrir un congreso diplomático interamericano, fue testigo de los trágicos acontecimientos y los documentó sin miedo. El asesinato de Gaitán coincidió tanto con el congreso diplomático como con una reunión paralela de estudiantes universitarios latinoamericanos que planeaban protestar contra la intromisión de Estados Unidos en los asuntos políticos y económicos de la región. Sin precedentes por su devastación, el Bogotazo (como llegó a ser conocido) también precipitó una implacable guerra civil de veinticinco años que costó la vida a 250.000 colombianos. En Bogotá se encontraba un joven Fidel Castro, que participaba como delegado en la conferencia estudiantil de la Federación de Estudiantes Universitarios de Cuba. Al ver a Castro y a otros delegados cubanos varados y en peligro, Guayo los llevó generosamente de vuelta a Cuba como invitados en el mismo avión. La impactante experiencia del Bogotazo seguramente resultó fatídica en más de un sentido.
Dean Judith Russell, Sukru Basci, Millie Castañeda, donante e hijo de Guayo, Luis Hernández-Abreu, y Lillian Castañeda, amiga de Guayo desde hace mucho tiempo y esposa del legendario periodistcubano Carlos Castañeda.
Los bibliotecarios Matt Kruse y Martha Kapelewski, que procesaron la colección y redactaron su guía, con Luis y sus amigos. Están examinando el retrato de Guayo del Presidente John F. Kennedy y la Primera Dama Jacqueline Kennedy, tomado en 1962 en el Orange Bowl de Miami cuando honraron a los veteranos exiliados cubanos de la invasión de Bahía de Cochinos.
En la Gran Sala de Lectura de la Colección de América Latina y el Caribe, el hijo de Guayo, Luis Hernández-Abreu, posa con el regalo de un preciado cuadro original de José Martí, obra del retratista cubano Fernando Cossío.