Aunque Santiago es la segunda ciudad más grande de Cuba, pocos extranjeros se aventuran porque los vuelos son escasos y poco fiables, mientras que para conducir hacia el este desde La Habana hay que tomar la Carretera Nacional, construída en la década de los veinte, un compromiso de dos carriles y, a menudo, de doce horas. Sin embargo, los paisajes de la región son variados y espectaculares. La ciudad también se puede recorrer a pie. Estas fotos, tomadas tras la renovación del puerto y el paseo marítimo de Santiago, muestran un restaurante flotante de los años 50, nacionalizado hace décadas y gestionado por el gobierno cubano, así como un impresionante buque de carga chino, prueba del comercio del Estado con su socio comunista, así como de las numerosas empresas conjuntas con inversores extranjeros, independientemente de la ideología del Estado. (Julio 2016)