De los cuatro letreros legibles para los transeúntes en la calle Belascoaín, una vía principal de Centro Habana, sólo uno anunciaba un negocio que aún funcionaba cuando tomé esta foto en 1995: el resto (incluyendo una florería y una tienda de discos) había sido cerrado décadas antes cuando Fidel Castro decretó la nacionalización de todos los pequeños negocios privados que quedaban en Cuba en marzo de 1968. Hice la foto porque el hecho de que el gobierno comunista se hubiera encargado des estos negocios y no hubiera retirado nunca sus rótulos originales me dejó perplejo; todavía me deja perplejo. ¿Qué debían atestiguar estos carteles después de tantos años? ¿Qué se supone que digan? LA HABANA, JUNIO DE 1995.